FELA KUTI - UNKNOWN SOLDIER


Parece que volvemos a estar en las horas previas de otra guerra en nombre de la paz, maldita excusa que se inventan aquellos que justifican y alentan ataques sea cual sea su procedencia, ya que su justificación es complicada de encontrar. Nos tranquilizan diciendo que los objetivos están localizados y señalados, canción que ya conocemos y que al final, siempre titulan daños colaterales, bombas en nombre de la humanidad, que masacran ciudadanos para detener su exterminio, paradojas del lenguaje y de este mundo en el que vivimos. No voy a legitimar el régimen sirio, como tampoco lo hago con el saudí o el de Dubai, amigos estos de Occidente y sobre todo, proveedores de petrodolares que ayudan a conservar las economias de los mas grandes del planeta. Y maldigo a aquel que utiliza armas químicas contra ciudadanos aterrados, a los que esta batalla sangrienta por el poder les pilla en medio, pero tampoco creo a la OTAN o a la ONU a pies juntillas, esos mismos que vaticinaron los arsenales de armas de destrucción masiva en Irak, que aun nadie ha encontrado y han tenido que reconocer su engaño, disfrazandolo de error, multiplicado por el dolor y el número de vidas humanas sesgadas por el camino.


Y si no legitimo a un gobierno sirio impuesto por la fuerza, tampoco a unas fuerzas rebeldes que se dedican, cual caballo de Atila, a que no crezca la hierba allá por donde pasan, unos rebeldes subvencionados por occidente, donde se dan la mano esos mismos a los que según por donde sople el viento, el bombardero nobel de la paz y su predecesor, nominaban como parte del eje del mal. Las guerras se acomenten en nombre de la paz, la libertad y los derechos humanos, pero todos sabemos que las compuertas de los aviones dejan caer bombas en nombre del gas y del petroleo. Malos momentos, sufrimiento y dolor, como dijo Julio Anguita, "malditas sean las guerras y los canallas que las hacen". Y maldito sea este mundo, en el que el valor de una vida humana esta superditada al del barril de petroleo o el de un conducto de gas.


Quizás porque los que hablan de estas historias, son grandes jerifaltes sentados en tronos de oro, acomodados en sus despachos, en vez de la gente que sufre, que es perseguida, que ha comprendido que la dignidad no es enarbolar una bandera, sino ser capaz de sacar adelante a tus hijos y poder gritar basta con la cabeza  bien alta. Porque siempre nos muestran las imagenes de los más desfavorecidos para decantar la balanza a un lado u otro, pero a la vez, intentan enmudecer sus voces, porque saben a ciencia cierta, que serian molestas para sus planes. Por eso esta rabia y temor lo canalizo escuchando a Fela Kuti, alguién que sufrió en sus carnes la persecución y el acoso, y que jamás dejó de luchar por su Africa negra, con hechos, palabras y con su música. Os recomiendo que os empapeis de su historia, yo la descubrí gracias (como no podia ser de otra manera) a Tsi Na Pah en su blog "Four winds..." que algún desaprensivo decidió un dia denunciar y dejarnos sin una fuente de sabiduria. He elegido este "Unknown soldier", 31 minutos de rabia, ritmo y magia bañada de afrobeat. Disculpad que no os hablé de la música de Fela y permitidme que os invite a perderos en ella, la mejor explicación que nadie podrá daros jamás.


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